jueves, 3 de febrero de 2011

Selección Argentina 2.0



En 1994, hace 16 años Néstor José Pekerman tomaba el mando de las formaciones juveniles de la Selección Argentina de fútbol. Comenzaba un proyecto ambicioso que duraría años y estaba plagado de éxitos. Pero en realidad no son los títulos conseguidos los que importan, sino la cantidad de talentos que formó y que aún hoy siguen siendo parte de la selección mayor o triunfando en grandes equipos de Europa. Cabe mencionar nombres como Sorín, Aimar, Saviola, Riquelme, Samuel, Gabriel Milito, Esteban Cambiasso, Nicolás Burdisso, Andrés D´Alessandro y Carlos Tevez para darnos cuenta del nivel de jugadores que surgieron de este proceso. A los juveniles no solo se los formó como jugadores sino como personas y no era extraño para nadie ver que al final de cada torneo se reconozca el comportamiento ejemplar de los chicos argentinos con el premio Fair Play. En lo personal, verme representado de esa manera me llenó de orgullo por muchos años.
El ciclo de Pekerman finalizó en 2006, en el mundial de Alemania, dirigiendo la mayor. Daba gusto ver en el plantel mayoría de jugadores con pasado en selecciones juveniles, y no se trataba de un capricho del entrenador, realmente eran jugadores de selección. Se apostó al buen juego, se gritaron goles de muy buena factura como aquél contra Serbia y Montenegro en la fase de grupos, y más allá de un mal partido con México muchos confiábamos en que podría ser un gran mundial, pero no se pudo. Se perdió por penales en cuartos de final y nos dimos cuenta que lo que la dirigencia de AFA realmente valoró de todo este ciclo era lo menos importante de todo lo que se había logrado, los resultados. Se terminó con el último gran proyecto del fútbol argentino y de ahí en más la selección se encuentra a la deriva. No hay un estilo, no hay conducción y no se articulan los trabajos de las divisiones menores con la selección mayor. Dejando de lado los gustos personales y las idolatrías que muchas veces nos restan objetividad, pensar que pasamos de Basile a Maradona como DT y de Pekerman a Bilardo como coordinador de selecciones, no deja de llamar la atención. No tanto por los nombres, sino por las características y estilos totalmente opuestos. Se comenzó el ciclo pre-mundial apostando a la experiencia de Basile y se terminó el ciclo apostando a la inexperiencia de Maradona. Pasamos de apostar a la seriedad de Pekerman a las incoherencias de Bilardo.
Podríamos discutir horas sobre la capacidad de los mencionados anteriormente para comandar una selección tan importante, pero no es el análisis que hay que hacer, sino la incompatibilidad en los estilos y la pérdida total de seriedad. Podemos discutir horas sobre si Diego estaba a la altura de las circunstancias en Sudáfrica, si leyó mal o bien el partido con Alemania, si Ruggeri si o Ruggeri no, pero lo que no podemos negar es que perdimos el rumbo. Lo que para mí fue el gran y único acierto de Grondona en la dirección de AFA se convierte hoy en su gran error. El excelente trabajo que se realizó desde 1994 se tiró por la borda en una definición por penales y hoy la selección se encuentra sin rumbo. Pasamos meses para conocer al sucesor de Maradona, con declaraciones cruzadas y poco serias en el medio, con las selecciones juveniles que no forman un solo jugador sino que se encargan de reclutar chicos que ya se encuentran participando en primera división y se apuesta a salvadores como Funes Mori, que en lo personal me parece un gran jugador, pero que todavía tiene mucho que pulir; de todas maneras la calidad de un jugadores es lo menos relevante. Que se tenga que seguir apostando a Zanetti y Heinze porque no surgen marcadores laterales dice mucho. ¿Cómo no podemos formar dos laterales de buen nivel en un país en donde los jugadores y los talentos abundan? Creo haber dejado en claro mi punto de vista con respecto a las razones.
Hoy el mando lo tiene Sergio Batista, y vuelvo a insistir, no son los nombres lo que importa sino los proyectos y esperemos que se vuelva a poner en marcha uno, ya que corremos el peligro de desperdiciar a una generación de jugadores muy talentosos, entre los que se encuentra, ni más ni menos quien va camino a ser el mejor jugador de la historia, o quien por lo menos ya es la mejor aparición del fútbol mundial en muchos años, Lionel Messi . Si no encontramos el camino corremos el peligro de perder algo mucho más valioso: el prestigio y el respeto que nos ganamos durante muchos años. La AFA y los clubes tienen material y recursos de sobra para volver a poner a nuestra “Celeste y Blanca” en el camino que corresponde. De nuestro lado sólo nos queda alentar y apoyar a nuestra, sí nuestra amada Selección Argentina.

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