lunes, 19 de septiembre de 2011

Síntesis de un fútbol resumido.


Dicen que el silencio ayuda al pensamiento. Que cuando la lengua no interfiere la cabeza es capaz de estar en su plenitud. Algo de eso experimenté en estos días que estuve alejado de las notas en las que con la humildad de siempre trato de plasmar mis apreciaciones con respecto al fútbol y a todo el complejo mundo que lo rodea.
Durante estas semanas, aparte de ocuparme de responsabilidades ineludibles, aproveché para mirar muchos partidos, de nuestro país y del exterior. Y la abstinencia de escritura me permitió hacer un análisis un poco más aceptable que de costumbre.
Del fútbol argentino pude ver varios partidos, de casi todos los equipos y la verdad que me dejó bastante preocupado el nivel de aburrimiento que me invadió en el 90% de los minutos que me tocó apreciar. Llevamos 7 fechas de un fútbol muy pobre, en el que se tiene paciencia eterna y se resalta al que intenta defender, pero no se tolera la falla del que se anima a jugar. El resultado no puede ser otro que planteos mezquinos, una pelota golpeada a más no poder, pocas situaciones de gol y errores tan infantiles como incomprensibles.
A ver, al que más observé es a mi Independiente y qué decir del rojo que no se haya dicho en estas semanas. Difícilmente se trate del mejor plantel del fútbol argentino y, casi seguro que no es un gran plantel, pero tiene mucho más material que otros equipos que proponen una idea sobradamente más atractiva, caso Godoy Cruz. Es cierto que hay factores que afectan negativamente y que no se limitan a lo que pasa adentro del Libertadores de América, pero creo que en el césped el principal problema es futbolístico, incluso por sobre lo físico que ha sido remarcado con razón como un punto flojo de este equipo y fue uno de los aspectos más criticados de la gestión de Antonio Mohamed. Adentro de la cancha no hay conductor, no hay un líder que se ponga el equipo al hombro y lo levante, no hay un jugador que piense y los delanteros tienen un nivel de ansiedad que los hace definir de la peor forma las pocas chances que tienen. En el caso de Independiente no se trata de actitud ofensiva a mi entender, el equipo intenta, pero la palabra “idea” hace rato que no se ve. De los 7 partidos que jugó en este campeonato pude presenciar en la cancha sólo dos (un triunfo y una derrota) y la imagen fue igualmente pobre, los síntomas fueron exactamente los mismos. Hay jugadores que simplemente se esconden de la pelota como si quemara, pero claro, no es ilógico si cuando les llega queda en evidencia que no saben qué hacer con ella.
Otro que me tocó ver bastante es Boca, un equipo 100% Falcioni. Parece que los jugadores entendieron que el Boca que se está viendo hoy es justamente el tipo de equipo al que el DT nos tiene acostumbrados y el que mejor puede desarrollar el ex Banfield. Boca no brilla, no deslumbra, no tiene momentos dignos de aplausos, pero se logró armar bien atrás y, ante la falta de ideas de los rivales, eso por ahora le alcanza para ser puntero. A mi entender, un equipo que tiene en su plantel a jugadores de la talla de Riquelme, Ervitti y Chávez puede jugar mucho mejor y ser mucho más vistoso. Ayer superó su primera gran prueba, Lanús. De acá en más veremos si lo que hoy muestra el xeneise alcanza para poder marcar la diferencia en las 19 fechas.
Hablando del granate, es otro de los que analicé mucho. Para mí, con el bajo momento de Estudiantes y el desmembramiento de Vélez, es el mejor plantel del fútbol argentino. Tiene a Valeri, a Regueiro, a Pizarro, a Camoranesi, y a delanteros picantes como Pavone y Romero. Por eso creo que no me quedo corto al decir que Lanús nos está debiendo mucho, pero mucho fútbol. Creo que Schurrer no aprovecha con una mentalidad ofensiva todo el potencial que tiene. Falta mucho, tuvo sus contratiempos, pero creo que debe hacerle mucho más honor a la redonda de lo que hizo hasta ahora.
Para analizar a Racing me voy a sacar la camiseta de su eterno rival, o por lo menos lo voy a intentar. Lo que vi de la academia me deja sensaciones confusas. Pude ver a un Saja en alto nivel, lo que le da un plus con respecto a otros años en los que el arco racinguista era un cúmulo de dudas. La incorporación de Pelletieri le da quite y juego, lo que se suma a Yacob que aporta las mismas características. Sin dudas, el regreso de Giovanni Moreno le va a ser muy positivo, porque aparte del gran jugador que recupera va a implicar la salida de Pablo Lugüercio, un hombre que brinda sacrificio pero más que nada confusión y vértigo innecesario. El colombiano puede aportarle mucho de algo que escasea “pensamiento e inteligencia”. Si a eso lo sabe aprovechar Teófilo Gutiérrez va a ser un equipo poderoso. Hasta ahora se ve un equipo con mucho vértigo pero poco juego. Veremos cómo sigue la historia de Giovanni Moreno para poder analizar para qué está Racing.
Como cordobés me interesó mucho ver qué propone Belgrano para este torneo que significa su regreso a Primera División y la vuelta de Córdoba al fútbol grande. Si bien mi simpatía va hacia otros equipos de mi ciudad, no me perdí muchos partidos del celeste. Vi a un equipo ordenado, aguerrido y fiel al estilo pirata. La figura de Franco Vázquez me sigue sorprendiendo, un jugadorazo el hombre de Tanti, aporta mucho, mueve los hilos del ataque y hace que un equipo con actitud defensiva se convierta en uno efectivo. Sus centrales no tienen vergüenza en reventarla, no tiene laterales con mucha salida, pero tiene un mediocampo que asfixia al rival y no lo deja generar. Arriba aprovecha la calidad de Vázquez, la velocidad de Pereyra y la sabiduría intacta de Silvera. Si me preguntan a mí, tiene que mejorar mucho, los resultados se le están dando, pero en cuanto se le cierre el arco va a sufrir mucho. El desafío del pirata debe ser pensar un poco más en el arco del frente y tratar de mantener la pelota pegada al piso por lo menos 20 minutos por partido.
Pude ver a otros equipos pero no lo suficiente como para poder dar un juicio de valor. No obstante, el nivel de nuestro fútbol me sigue generando un sinsabor cada vez más marcado y preocupante. Cada vez hay menos equipos que uno puede disfrutar de ver y que apuesten al espectáculo y al buen pie. En ese sentido, felicito a Godoy Cruz, espero la recuperación de Vélez que no tengo dudas que lo va a hacer, espero por Estudiantes que tiene muy buen material y, como no puede ser de otra manera, que Ramón Díaz pueda compensar todos los males que destruyen al rojo de avellaneda y pueda levantar al equipo que amo. No obstante, como siempre digo, en el caso de Independiente el desastre institucional en el que vive es tan grande que hace que el resultado deportivo resulte ser ni más ni menos que una anécdota. En fin, sombreros y gambetas, espero que pronto volvamos a encontrarnos.

domingo, 4 de septiembre de 2011

La historia sin fin.


Nunca voy a ocultar mi fanatismo casi enfermizo por el Club Atlético Independiente. Por ese fanatismo me prometí una y otra vez no escribir sobre mi equipo, porque la objetividad no va a ser un elemento común en lo que pueda decir. Pero la verdad, hoy no quiero ser objetivo, hoy no quiero hacer un análisis sobre un partido en particular. Sinceramente hoy deseo sacar todo lo que tengo contenido porque el presente de la institución a la que amo me hace doler el corazón. Y no me refiero a un mal partido, ni a un mal refuerzo, ni siquiera a un campeonato malo. Me refiero a un presente institucional que desde la cabeza hasta los pies está arruinando al Rey de Copas.
Hoy se perdió con Boca y molesta perder este tipo de partidos, pero si uno ve que las cosas se hacen bien lo tolera y apoya aunque los resultados no acompañen. Pero no se están haciendo bien, desde una dirigencia nefasta que hizo sus negociados y los quiere seguir haciendo, hasta medios cómplices, hinchas desorientados que cambiamos de opinión todas las semanas y barrabravas que dominan la escena política del club.
Ustedes no saben lo difícil que es para mí hilvanar dos palabras y tratar de encontrar una explicación “profunda” a este momento. Trato de decir algo y las palabras se me mezclan porque es tanto lo que quiero decir que me sale todo junto, pero voy a tratar de decir algo coherente, sepan disculpar.
Independiente es un club enorme que hace tiempo no sabe qué quiere, y desde ese desconocimiento no descubre qué tiene que hacer para lograr lo que no sabe. No hay un proyecto de inferiores, no hay enseñanza, no hay gente preparada que pueda delinear un rumbo. La verdad que con el panorama que tenemos el resultado es demasiado positivo, podría ser peor. Al club lo sostiene la poca gente que ama estos colores. Hace unos meses Gabriel Milito volvió a vestir la roja, dejó el mejor club del mundo para volver a su casa y más allá de un mal partido o dos, el “Mariscal” es uno de esos próceres que aman el club y cómo pueden lo sostienen. No es el único, pero se está luchando contra una dirigencia que está muy arraigada y que tiene la complicidad de la barra, que aprieta al verdadero hincha para que no pueda decir lo que siente.
Yo soy uno de esos hinchas perdidos en el interior del país, amo a mi club a pesar de la distancia. Cuando junté unas monedas viajé a verlo y me emocioné cuando pude entrar al estadio que seguramente muchos de ustedes conocen como su casa. Hoy esa distancia me hace doler el doble, porque estoy lejos para poder ayudar, para poder poner mi granito de arena y levantar a mi club. Es difícil, muy difícil, ver que destruyen algo que amás.
Cuando terminó el partido contra Boca, lo primero que pensé es que hoy se iba a terminar un ciclo. Triste apagué el televisor sin poder tolerar dos segundos más de fútbol. Cuando volví a prenderlo me encontré con que lo que imaginaba se plasmaba en la realidad, y de la peor manera, con barrabravas mandados por la Comisión Directiva para cantar y apretar contra un DT que, con sus aciertos y errores, es sólo un eslabón de la cadena. Los jugadores son otro eslabón, nosotros los hinchas somos otro, los periodistas también lo son. El problema es que todos parece que tiramos para otro lado. Yo leo mucho sobre Independiente, escucho muchas voces y los análisis son siempre los mismos, se quedan en si el 3 titular debe ser Maximiliano Velázquez o algún chico de las inferiores, si Pellerano o Battión, o si Assmann o Hilario. El análisis nunca se remite a los temas importantes, a lo que queremos y a cómo lo queremos.
En los medios partidarios se escuchan voces casi unánimes contra la gestión de la actual comisión directiva, yo estoy de acuerdo, pero en pocos escucho propuestas e ideas. Excepciones las hay, claro está, pero como me dijo hace unos días un periodista de un gran programa partidario “A algunos les cuesta despegarse del hincha” Y los hinchas tenemos la misma falla. Hoy tenemos una crisis muy profunda y en unos meses tenemos la posibilidad de votar una alternativa diferente. Pero no dejemos que nos vuelvan a vender espejitos de colores. Preguntemos, indaguemos, profundicemos. Para un candidato es muy fácil decirnos que van a potenciar las inferiores, que van a traer refuerzos de calidad, que van a erradicar a las barras y que van a armar un proyecto deportivo que nos va a posicionar otra vez en lo más alto de nuestro fútbol. Pero gente, seamos realistas, a esa plataforma se la escribo yo a cualquier candidato en no más de media hora. Y entonces, ¿Cómo hacemos? Preguntemos plazos, estrategias, pilares de gestión, fuente de recursos. Aprendamos a preguntar, que no nos engañen más. Nos grabemos las respuestas en la cabeza y cuando se desvíen de lo que prometieron se los hagamos saber, les exijamos desde la protesta respetuosa que cumplan con lo que prometieron.
Duele, mucho este momento, no dejemos que nos sigan haciendo doloroso algo tan hermoso como sentir la pasión de ser hincha de Independiente. Seamos coherentes, seamos pensantes y luchemos por nuestro patrimonio, por el económico y el sentimental. No quiero tener que sentarme con mi hermano más chico a explicarle lo grande que es el rojo, quiero que él lo viva, que lo disfrute por todo lo que sufrió este momento lamentable.
No se si estoy escribiendo una nota o haciendo catarsis, pero esa es la ventaja de no ser un periodista. Yo soy amante del fútbol e Independiente sintetiza mi sentimiento. Sin Independiente el fútbol me parece el deporte más aburrido del mundo. No quiero que un grupo de delincuentes arruine mi club, tolero los errores, tolero las malas decisiones, pero nunca voy a tolerar la delincuencia y es lo que se ve hoy en Independiente. Quienes tuvieron alguna vez la posibilidad de hablar conmigo o leerme, saben que trato de ser racional siempre, pero cuando veo que mi presidente sólo se dedica a negociar nuestro futuro y le regala la potestad de hacer y deshacer a un grupo de barrabravas a cambio de apoyo político, la racionalidad desaparece porque el sentimiento de dolor es más grande. Que el momento de cambiar llegó no hay ninguna duda, en nosotros está que el cambio sea el de siempre o que de una vez por todas exijamos el cambio que nuestro rojo necesita.
Mis últimas líneas son para vos rojito de mi alma, te lastimaron mucho, te bastardearon mucho, te llenaron de heridas, pero los hinchas de verdad te vamos a mantener con vida. Gracias por toda la alegría que me diste y estamos en deuda eterna con vos. Te Amo Rojo.