viernes, 11 de febrero de 2011

Mercado de pases: ¿Cuál es el limite?



Hoy empieza un nuevo torneo del fútbol argentino, pasaron pretemporadas, amistosos, campeonatos de verano, negociaciones que llegaron a buen puerto y otras que no. Finalmente el mercado de pases está llegando a su fin y los clubes terminan de delinear sus planteles con los cuales intentarán conseguir los objetivos a los que cada uno de ellos aspira. No obstante éste no fue un mercado de verano normal, vimos situaciones que, al menos, llaman la atención y, a quienes reclamamos transparencia, ética y seriedad en el fútbol, no dejan de preocuparnos. Muchas veces criticamos a los dirigentes por incumplir contratos, por faltar a la palabra y por no cuidar los intereses de los clubes, pero hoy aparece un ingrediente más: los jugadores y técnicos parecen haber caído en la misma trampa.
Años atrás cuando un equipo se interesaba en un jugador, los dirigentes de ambos clubes se acercaban, negociaban y acordaban una transferencia, luego la institución interesada se reunía con el jugador y cerraban las condiciones de contratación, era todo mucho más simple y transparente.
Más tarde aparecieron los representantes, en principio para velar por los intereses del jugador y acercar voluntades. En realidad se suma un nuevo interesado que obviamente quiere satisfacer también su propio interés económico y terminan vendiendo su complicidad al mejor postor. Hasta ahí el jugador es simplemente un objeto de deseo cuyo principal interesado es el DT que lo solicita.
Hoy todo eso ya no es suficiente y las negociaciones ya no funcionan de la misma manera, los clubes se encuentran económicamente devastados, pero igual la ausencia de proyectos “obliga” a los dirigentes a realizar incorporaciones rutilantes. Ahora, si no hay dinero ¿Cómo realizar estas incorporaciones? La “creatividad” de nuestros dirigentes encontró una manera y sumó a dos nuevos cómplices: Jugadores y Directores Técnicos. El club interesado ya no se acerca al club propietario del pase, sino que se contacta directamente con el representante del jugador y acuerdan condiciones antes de iniciar cualquier tipo de negociaciones entre instituciones. Al mismo tiempo “siembran” el rumor en los medios y a partir de ahí la noticia explota, los hinchas se ilusionan, el jugador empieza a sentirse parte del club oferente. A todo esto el club propietario recién se está enterando y obviamente niega toda negociación en curso. Finalmente la oferta llega, pero resulta ser insuficiente por lo que es rechazada. Ahí entra en escena el DT que empieza a llamar al jugador para convencerlo y hacerlo objeto de presión para que su club termine cediendo y aceptando la oferta. El jugador “tentado” con la posibilidad termina faltando a sus propios códigos éticos y planta bandera amenazando con dejar la actividad o no renovar su vínculo con la institución que lo albergó y que pagó por sus servicios. El dirigente que defiende el patrimonio del club se ve en jaque, las relaciones se rompen, los hinchas pierden la paciencia y se termina aceptando una oferta insuficiente. El club que inició todo este círculo termina logrando su objetivo.
Casos así hemos visto en otros momentos, pero en este mercado de pases se volvió más habitual de lo esperado. Boca parece haber hecho de esta estrategia una política de contratación, lo hizo con su nuevo DT (Julio Falcioni), con Ervitti y con Somoza. Hoy trascendió algo similar ante la posibilidad de incorporar a Schiavi. Racing intentó tomar la misma posición para obtener a Mercier y San Lorenzo aprovechó la presión de Ortigoza de no renovar con Argentinos Juniors para hacerse con los servicios de un jugador muy codiciado. Estamos casi al límite de dejar de hablar de “negociación” para hablar de “coacción”. Se están rompiendo códigos, y la poca ética de la que goza nuestro fútbol se está perdiendo y eso es muy peligroso. La AFA, como organismo de organización y control, hace caso omiso y permite este tipo de situaciones. El periodismo en lugar cumplir su rol informativo se termina convirtiendo en un elemento totalmente funcional. Habrá que ver cuál es el próximo paso, qué personaje nuevo se incorpora al sistema o si finalmente alguien podrá un límite y diga “hasta acá llegamos”. La historia no nos permite ser optimistas. Por lo pronto la redonda empieza rodar, el amor por la camiseta se empieza a sentir. Disfrutemos de nuestro deporte, pero aprendamos a cuidarlo y mejorarlo.

1 comentario:

  1. ¡Hola! ya publique un nuevo artículo en mi blog de fútbol venezolano http://desdelaguacamaya.blogspot.com/ ¡Revísalo!

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