Cuando vas hacer una inauguración siempre tratás de que sea a toda orquesta. Por eso pensé mucho cuál sería el tema de mi primer entrada en el blog. Pero el fútbol tiene esas cosas y hablando de orquestas, mientras veía el derby Barcelona – Real Madrid todo me cerró. ¿Qué equipo es sinónimo de fútbol, de sombrero y gambeta? El FC. Barcelona, sin dudas.
Mucho se habló del choque Mourinho – Guardiola. No hay dudas, dos grandes entrenadores, cada uno con su estilo, pero lo del equipo de Pep es sensacional. Se le destaca la brillantez en ataque, pero creo que hablar de sólo una faceta es hacer un análisis incompleto. El Barcelona ataca y defiende con la misma herramienta, la pelota y el resultado es igual de hermoso.
Los catalanes cuentan con un extraterrestre entre sus filas, Lio Messi, pero a diferencia de nuestra selección lo aprovechan tanto cuando agarra la pelota y se saca 5 de encima, como cuando esta marcado y no se la dejan tocar. Cuando el extraterrestre no aparece, los otros 10 terrestres aprovechan los tremendos espacios que se generan, porque para marcar a Messi no te basta con un marcador, necesitás dos o tres. Entonces los demás quedan 10 a 8 y ahí los de Guardiola sacan ventajas, porque funcionan como un relojito suizo que difícilmente se vaya a parar.
En la selección insistimos en armar el “equipo para Messi” .¿Cuándo se darán cuenta que Lionel necesita ser el “Messi para el equipo” como lo es en el Barca?. Pero hablar de este animal del fútbol es redundante, ya no quedan muchos calificativos ni análisis más que ese, es un animal. Analicemos a los demás, a los terrestres, a los humanos.
Víctor Valdés, el arquero. Empezó más con más dudas que certezas con respecto a su rendimiento, más por los defectos de Bonano en aquella temporada 2002-2003 que por virtudes propias y siempre se lo comparó con Iker Casillas, perdiendo casi siempre en esa disputa. Hoy es un defensor más, que encima la puede agarrar con la mano. Aceitado totalmente al funcionamiento de un Barcelona que como dijimos, no distingue entre ataque y defensa, siempre lo hace de la misma manera y con la misma arma, la pelota, y en este esquema Valdés encajó a la perfección.
Todo equipo lírico necesita trabajadores, y en este sentido Carles Puyol es el abanderado. Actitud, personalidad, marca y liderazgo, pero ojo, te la devuelve redonda siempre. Gana por arriba, por abajo, en la defensa, en la mitad, pero gana principalmente en la cabeza, su personalidad intimida a los rivales.
Piqué es un mediocampista vestido de defensor. A sus indudables condiciones defensivas, le suma una técnica muy difícil de encontrar en un marcador central. No sorprende en un equipo que, como dijimos se defiende con la pelota siempre. La tenencia es religión.
Alves y Abidal, los laterales, siempre mostrándose como salida. Nunca jamás un central jugando por la banda. Es que si vos la tenés 80 de los 90 minutos no te hace falta parar 4 centrales. Salidas siempre limpias. Si el rival logra la utopía de atar a Iniesta, Xavi y Messi, permanentemente tenés dos laterales capaces de abastecer perfectamente a Villa y Pedrito, ni más ni menos.
Xavi, qué decir de este jugador exquisito, Diego Latorre lo definió en su cuenta de Twitter y me parece la más gráfica expresión de lo que es Xavi “la ultima vez que Xavi se equivoco en un pase fue en 1845”. Impresionante lo de aquél chico que supo reemplazar a otro exquisito, si a Pep Guardiola, su entrenador, ¿Algo le habrá enseñado no?
Iniesta. Recuerdo cuando en Argentina criticábamos a Van Gaal por quitarle la titularidad a Juan Román Riquelme. Decíamos: Está loco!!! Lo saca a Román para poner el “pibe ese”. El “pibe ese” era Andrés Iniesta. Su apodo “Cerebro” lo dice todo, que te digan cerebro en un equipo que hace del juego inteligente y paciente una forma de vida debe tener fundamento. Pases, goles, quite, inteligencia, lo tiene todo. No en vano definió el último mundial.
Sergio Busquets. Aporta equilibrio, pero siempre con la pelota, jugando, sin reventarla, buscando las interminables opciones ofensivas que su equipo ofrece. Gran aparición.
Villa es la frutillita de este postre goloso que es el Barcelona, encarador, definidor, asistidor, inteligente y contundente. Un jugadorazo con todas las letras, pero siempre en función del equipo. No es egoísta, sería difícil ser egoísta teniendo al lado a Messi y a Pedro, otro chico que viene apareciendo con fuerza, muy desequilibrante, justo para aprovechar los espacios que dejan los rivales al marcar a Lionel y que exprimen al máximo Xavi e Iniesta.
Y si vamos a hablar de responsables de este Barcelona no nos olvidemos de Guardiola. Simplemente gracias Pep por regalarnos esta orquesta de fútbol.
Ver al Barcelona me recuerda por qué el fútbol es tan hermoso. Gracias Barcelona, seguinos regalando sombreros y gambetas.
