Allá por diciembre, a los hinchas de Independiente nos
volvió el alma al cuerpo. Se expulsó del
club a una dirigencia nefasta que esperamos no volver a ver nunca más por las
inmediaciones del estadio, sede o cualquier lugar que tenga que ver con nuestro
amado rojo. EL responsable de eso fue Javier
Cantero, por haber presentado una propuesta simple, transparente, con
buenas ideas y con mucha valentía para salir a enfrentarse a un monstruo que
tenía respaldo por todos lados. El hincha hizo su parte, su gran parte, y a
fuerza de votos le dio el espaldarazo que Cantero necesitaba. Ese día se me
puso la piel de gallina, veía a mi Independiente volver, me prometieron una
revolución y yo, con todas mis limitaciones económicas, de distancia, de
tiempos e intelectuales, estuve agradecido de formar parte y poner aunque sea
medio peso para ayudar a esta dirigencia a hacer historia, a recuperar la
historia grande de mi club. Pero también
me juré ese día que iba a ser muy exigente, que no iba a dejar pasar una sola, porque
el club ya no puede aguantar otra decepción, porque aprendí de golpes
anteriores. Y acá estoy marcando justamente las cosas que me gustan, pero mucho
más aquellas que me preocupan.
Voy a empezar por los puntos
positivos. Como algunos sabrán, y otros no, mi profesión se perfila para un
costado empresarial y, a raíz de ello, no podía entender la manera en la que se
estaba subexplotando la marca de un club que supo ser gigante a nivel mundial.
Desde la nueva dirigencia parecen haber entrado en ese detalle y comenzaron a trabajar fuerte en el
Marketing de Independiente Una decisión acertada e importante para generar
recursos propios que, en tiempos de hoy, es fundamental.
La auditoría que
se está llevando a cabo es importantísima y es otro punto destacable, muy
positivo, porque nos va a dar esa
posibilidad que tanto pedimos de poder exponer a los delincuentes que se
robaron nuestro club. Es una iniciativa que se prometió, se está
realizando, se apoya y se lo seguirá haciendo.
Uno de los conceptos que más me gustó de Cantero en la
campaña fue caer en la realidad de que lo
primero que debía hacer era cortar el déficit económico, incluso por sobre el
déficit financiero. Ninguna persona con conocimientos de finanzas podría
estar en desacuerdo con esta afirmación. Recortar el plantel profesional es una
medida que va en tal sentido. Al principio critiqué que se deje libre a
jugadores y se les pague el contrato entero (casos Moreira y Gioda, al menos).
No es lo mismo pagar todo junto que pagar todo en “cómodas” cuotas a forma de
sueldo. No obstante, al pensarlo, hay puntos a favor de esta decisión. Por un
lado, se evitan futuros conflictos y, por el otro, tengo entendido que si un
jugador se lesiona el club está obligado a renovarle el contrato. Este último
es un detalle no menor si estamos hablando de jugadores como Gioda.
En lo deportivo, se
prometió reforzar al plantel con calidad y no cantidad. El mercado de pases
reflejó justamente eso. Se logró un solo refuerzo, pero de una calidad
irreprochable. Después, el rendimiento podrá ser mejor o peor, pero eso no
depende sólo de la calidad de Farías, sino de muchos factores como el funcionamiento
del equipo en su conjunto.
Con respecto al DT, el presidente lo respalda y es lo que
debe hacer, lo que prometió y aunque muchos quieren al riojano afuera del
equipo, la de Cantero en este sentido es una decisión seria y responsable.
Cumplir los contratos es darle a todo esto un marco de institucionalidad que
hace meses no teníamos.
Como dije anteriormente, voy a resaltar todo lo que se hace
bien, pero voy a criticar lo que a mi modo de ver las cosas no se está haciendo
de forma adecuada. Dentro de ese marco
encuentro cosas leves, otras importantes y otras graves. Empecemos por las
leves.
La participación de
empresarios. Tanto en la contratación de Ernesto Farías, como la frustrada
transferencia de Rubén Ramírez, se
caracterizó por la presencia de grupos empresarios. Con el ex Racing, todos
vimos lo que pasó, se usó al club como medio de presión para mejorar las
condiciones de su contrato o apalancar su transferencia a Boca Jrs. En el caso
de Farías, el empresario intermediario fue el mismo representante de Ramón
Díaz. Quizá soy el único al cual esto le genera ruido, pero no me parece bien
que el representante del DT acerque jugadores, abre un manto de sospecha
innecesario y totalmente lógico. Se criticó a la anterior dirigencia por esta
cuestión y creo que debería seguirse el mismo criterio con la actual comisión
directiva. Esto lo marco como un punto leve, porque es una situación aislada,
al comienzo de una gestión y en un contexto de extrema necesidad del club. Seguramente si se mantiene, su relevancia
no será tan leve como lo es hoy.
Como importante, marco algo que quizás no genere muchos
adeptos, o si. El precio de las entradas
es altísimo, principalmente para el hincha no socio y del interior. Es mi
caso, que por una cuestión de coyuntura laboral, no puedo hacerme cargo de
pagar una cuota de socio. Eso implica que si quiero viajar a ver a mi equipo
tenga que disponer de una suma demasiado importante entre viaje y comida. Si a
esto se le suma que tengo que pagar una entrada del monto que se fijó,
claramente mi conclusión es que pasaré un campeonato lejos de la tribuna. Una lástima ya que se prometió que la
familia volvería a la cancha. Por ahora va a ser complicado, por lo menos para
muchas familias. Seguro muchos dirán, como suelen decirlo, “hacete socio si
querés al club”. A Independiente lo amo, pero mi billetera no me lo permite por
el momento.
Cuestiones graves vi dos. La primera es la cercanía con Julio Grondona. Ante esto quiero ser claro, nadie
pide que Cantero sea un kamikaze passareleano y vaya a enfrentarse de lleno a
un aparato tan grande como la AFA, mucho menos en dos meses de gestión. Esas
cosas son importantes y llevan su tiempo. Pero sinceramente me choca escuchar a
mi presidente decir que el de AFA es una persona muy cálida y que ahora
entiende por qué hace tanto tiempo que está. A ver, Grondona está hace 30 años por ser el dueño de una mafia que se acomoda
a cada estamento político que rige en el país, no por ser un tipo cálido.
No quiero a mi presidente adulando a tan nefasto personaje, no quiero avales de
AFA, no quiero que mi club quede atado a la mafia. Mientras más lejos estemos de Grondona mejor.
Finalmente el tema
barra brava me empieza a hacer ruido. Como a muchos me enojó y me
decepcionó totalmente que se les regale a la barra tirantes para colgar en las
tribunas y alentar una supuesta “fiesta”. A ver, a la fiesta la arma el hincha, no el delincuente. No me importa si
lo que se les regala a los barra es sólo una bandera, no quiero que se les
regale nada. Al contrario, los quiero afuera de mi club. Estoy de acuerdo en
que es un tema difícil, que hay que tener paciencia, pero no empecemos a dar
vuelta el rumbo. Siempre que las
acciones del club se orienten a expulsar a los delincuentes van a tener mi
apoyo. Soy totalmente consciente de la complejidad del tema y de la falta
de apoyo por parte de las autoridades, pero comprándoles banderas no vamos a
alejarlos sino lo contrario. Me molestó y me interesó el descargo del
presidente respecto del tema. Lo escuché
en Muy Diablo y el resultado fue una desilusión inesperada y que todavía me
hace eco en la cabeza. Las opiniones se respetan, pero escuchar de boca de nuestra máxima autoridad que la crítica involucra
algo de “racismo” me dejó sin palabras. ¿Cuál es el racismo en pretender que nuestros dirigentes no tengan
relación alguna con los delincuentes? El argumento fue que cuando a los
famosos se les regalaban palcos nadie decía nada por una especie de
“cholulaje”. Si bien tampoco estoy de acuerdo con dicha medida, me parece que
no hay punto de comparación entre invitar a una persona a un palco y dar
entradas, banderas o cualquier elemento a un grupo de delincuentes. Unos son
famosos (de nuestra simpatía o no), los otros son delincuentes, entendamos la
diferencia. A los primeros los podés invitar, hasta por una cuestión de
marketing, o elegir no hacerlo, a los segundos los tenés que expulsar del club,
sin titubeos. En ese sentido, Pedro
Larralde afirmó que no van a hacer uso del derecho de admisión por el momento,
pero que ante un hecho violento lo van a aplicar. Me pregunto cuál será el fundamento de esperar a que
suceda algo y una persona resulte lastimada pudiendo sacarse el problema desde
un primer momento. A algunos “barrabravas” no los podés individualizar, o
no tenés cómo fundamentar la aplicación de este recurso, pero claramente a tipos como Bebote los tenés
bien identificados y con fundamentos de sobra para tenerlos afuera del
Libertadores de América.
La verdad que la nota quedó bastante larga, no era mi
intención, pero tengo una mezcla rara de ilusión y preocupación. Ilusión por
todos los temas positivos que remarqué. Preocupación, porque no quiero que
estos puntos negativos se conviertan en algo común. Muchos podrán estar de
acuerdo con lo que expuse y muchos otros no, pero necesitaba sinceramente
exponer lo que pienso. No me preocupa el debate ni el disenso, al contrario, me
preocupa y mucho el silencio que llamativamente existe, de medios y
fundamentalmente de nosotros los hinchas. Apoyemos,
colaboremos, pero principalmente controlemos. Creo que aprendimos la lección a
fuerza de golpes.